Cuarentena en el trabajo, despachando migrantes

Por Alma Noelí Tello Garay/// Ilustración /// Cath Zúñiga

Aquí en Moyahua, la cuarentena por el coronavirus se vive de una forma, trabajando.

Aunque debo decir que somos pocos los privilegiados que tenemos un empleo en esta la región tropical de Zacatecas, a 267 kilómetros de la capital, donde ya de por sí el calor deja a muchos en sus casas.

Aquí, si alguien se enferma no hay a donde llevarlo, apenas hay una clínica comunitaria, donde dan consulta general, por eso cuando en el pueblo supimos que en Apozol, otro pequeño municipio a 15 minutos de aquí había un caso sospechoso de coronavirus, nos entró el miedo.

Afortunadamente acaban de avisar el miércoles que ése caso salió negativo.

«El día que haya un caso confirmado de COVID-19, les aseguro que ahora sí todos a sus casas y nadie sale, pero mientras, a darle.

Soy Alma Noelí Tello Garay, tengo 29 años de edad, estoy casada y tengo un hijo de 4 años, actualmente trabajo en la «Fonda los Burritos de Moyahua», el lugar más conocido y visitado del pueblo, es casi como un santuario de delicia culinaria.

Cuando vienen «los norteños» como les decimos a nuestros parientes que llegan principalmente de California, el primer lugar que pisan es éste, se comen uno, dos, tres o hasta cuatro burros de guisado de puerco y desebrada, que son los que más gustan y después les siguen de chorizo, machaca o chicharrón prensado, y luego, se van a sus casas para abrazar a la poca parentela que queda por estos rumbos.

Mi jornada laboral es de 8 horas, aún cuando estamos en Cuarentena el lugar sigue abierto las 24 horas. No hemos parado. Por lo menos atendemos unas 500 personas al día, por eso las autoridades de COFEPRIS consideran este lugar como un foco rojo.

Hoy acaban de venir a supervizarnos nuevamente de COFEPRIS, estamos siguiendo todas las recomendaciones que nos piden, usamos cubrebocas, guantes, no saludamos a nadie de mano, en la cocina guardamos la sana distancia y si llegan camiones con pasajeros a comer esperan afuera y entran de a cinco en cinco. Quitamos mesas y sillas mientras dure la emergencia sanitaria.

Y es que aquí viene gente de todo el mundo, chinos, cubanos, gringos, colombianos, literal, de todo el mundo.

Lo que más preocupa es que nosotros, aunque contamos con todas las medidas de prevención, muchos clientes no las aceptan y hasta lo toman a broma.

No hemos parado de trabajar y no porque se nos obligue a hacerlo sino porque este lugar da trabajo a más o menos un promedio de 50 a 60 familias del municipio y trabajamos día a día para ganar nuestro sustento.

Mi experiencia es un tanto difícil, poder sobrellevar esta situación, el salir cada mañana y no saber cómo será al regresar a casa, regresar, porque aún hay mucha gente en la calle, más con la que tuve contacto en el día.

Yo tengo un protocolo de llegada a mi casa el cual consiste en:

  • No te abrazo al llegar
  • No te beso
  • No toco a nadie y lo menos posible nada
  • Me retiro ropa de trabajo y zapatos
  • Me tomo un baño
  • No salimos de casa

La COVID-19 nos ha pegado económicamente, es preocupante, pero también estamos conscientes que la salud es primero y que solo es seguir indicaciones no entrar en pánico, soportar esta mala racha.

Nos dicen no salgas, pero acá si no trabajamos, no comemos, como sucede con la mayoría de los habitantes de la región y del estado.

Aunque aquí la mayoría de norteños llegan en Julio a la fiesta de los taztoanes en honor al apóstol Santiago, el Santo Patrono del pueblo, desde hace dos semanas se ha visto llegar a mucho paisano.

Están arribando porque saben que en Estados Unidos la situación del coronavirus está muy grave, ya son más de 244 mil 678 personas contagiadas y de ellas 5 mil 949 fallecidas allá.

Estados Unidos es un País y al que muchos mayahuenses visita como una tradición de décadas y algunos más todavía piensan en estar región en emigrar por primera vez, quizá en cuanto pase la pandemia.

Yo te digo, si tú puedes quedarte en casa, hazlo, nosotros tenemos que salir a trabajar y arriesgarnos, sé que me puedo enfermar.

Mientras en Moyahua tenemos una fe, pedirle a Santo Santiago, nos proteja y ojalá el gobernador sepa donde estamos, pues cuando mucho ha venido dos veces en casi 4 años.