Gracias a rectoría nos quedamos sin crédito de vivienda

Por Samuel Rodríguez Escobar /// Ágora Digital

Zacatecas, (07-11-2020).- Por primera vez en la historia reciente de Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), los profesores y en general trabajadores nos quedamos sin derecho acceder a un crédito de vivienda.

Esto, debido a que la institución no ha pagado las cuotas bimestrales obrero-patronales, que la clase trabajadora si paga puntualmente, pues se nos descuentan de manera automática del salario quincenal.

Ayer viernes 5 de noviembre de 2020, cerró la convocatoria de recepción de solicitudes de crédito de vivienda, pero ningún docente en este momento aparece como susceptible de recibir el beneficio, que dicho sea de paso, el maestro o maestra siempre termina pagando con creces, dos o tres veces más del valor de la vivenda.

En el caso concreto de nuestra Universidad, la seguridad social de sus docentes corresponde al ISSSTE desde el 13 de agosto de 1991, siendo la UAZ, desde entonces, una de las pocas instituciones cuyos trabajadores cotizan el cien por ciento de su percepción salarial ante dicha institución.

Apegados a la norma de FOVISSSTE, una vez que se han cotizado nueve bimestres, ya es posible acceder al crédito, pero en este momento no importa si usted o yo contamos con 9, 18 años , o más tiempo cotizando, o si acumulaste los 9 bimestres requeridos como mínimo para ser candidato o candidata a crédito. Si rectoría no paga tus cuotas, no hay crédito.

El ISSSTE ofrece 21 prestaciones (+1) a sus derechohabientes, entre actividades culturales, préstamos personales, servicio médico, pensiones, jubilaciones y créditos de vivienda, esta última, la que nos ocupa ahora.

Las prestaciones no son un regalo de nadie, son, producto de las aportaciones que hace el trabajador y trabajadora a la institución de seguridad social a través de la administración de la institución que lo contrató.

Cada docente paga de su propio salario un porcentaje cada dos meses, mismo que se desglosa en rubros distintos, uno de ellos es, del total de esa aportación, el 5% que se destina a la subcuenta de vivienda que maneja la subdelegación de FOVISSSTE. De ahí se acumula nuestro monto de crédito y se posibilita el mismo, bajo las principales variables: percepción salarial y antigüedad laboral.

Antes, el ISSSTE nos abría la posibilidad de acceder a créditos aún si la administración no reportaba nuestras cuotas, ( así ocurrió por años, quizá décadas), ahora eso cambió.

La irresponsabilidad de uno, el patrón, perjudicó a todos, las cosas llegaron a un límite.

El problema se agudiza aún más si pensamos que el 70 por ciento de los maestros que dan clase en las distintas unidades académicas de la universidad son jóvenes que actualmente viven en casa de padre y madre o rentan alguna vivienda de manera compartida.

A ellos y ellas principalmente, se les está negando el derecho humano a una vivienda digna y propia por la irresponsabilidad de la patronal.

Este es un problema grave que requiere una solución real que la administración parece no interesada en resolver, o simplemente está rebasada, ante lo que decidieron, parece, actuar escondiendo la cabeza como las avestruces en espera de que se aminoren los efectos de la pandemia, se convoquen a nuevas elecciones en la UAZ y heredarle ésa gigante bola de nieve a quien se saque «la rifa del tigre». El problema seguirá, independientemente de quien gane la rectoría.

Recordemos la fórmula para un crédito: al docente se le retiene el porcentaje de su salario en la administración central, dicho porcentaje debe enterarse a la institución de seguridad social, el problema está en que, al no suceder esto último, deja en la absoluta imposibilidad e indefensión al derechohabiente que pretende ejercer un CRÉDITO.

El Fondo de Vivienda del ISSSTE,hizo planteamientos de soluciones parciales. Entendemos los mil problemas por los que estamos pasando, pero el que aquí exponemos no es peccata minuta y amerita respuesta (no evasiva) tanto de la Administración Central como del SPAUAZ.

Entendemos también que ante el escenario que nos aflige, lo prioridad es cuidarnos y quedarnos en casa, pero para muchos de nuestros docentes es necesario primero tener la casa donde quedarse.

Nadie puede acceder a un crédito porque la administración no está pagando las cuotas obrero patronales.

La pregunta es … ¿dónde están nuestras cuotas?

Mientras no sepamos ésa respuesta, la mayoria seguirá sin casa propia donde pasar no sólo lo que resta de la pandemia y prevalecerá la incertidumbre.

Y peor aún, si ya el ISSSTE, decidió negarnos el derecho a una vivienda, no tardan en negarnos el derecho al servicio médico, lo que en estos tiempos sería más que catastrófico.