Tareas y vacaciones

Por Gabriel Páramo///Ágora Digital

Mercurio

Ciudad de México,(28-03-2023).-A unos días de empezar las dos semanas de vacaciones de primavera, profesores desde educación básica a posgrado afilan sus metafóricas garras para clavarlas en las también metafóricas almas de sus alumnos, con tareas, investigaciones, reseñas y demás trabajo que les exigirán “para cuando regresemos de vacaciones”. Algunos lo harán directamente; otros, en cambio, optarán por dar instrucciones tales como “recuerden que después de estas vacaciones, que ojalá disfruten mucho, vamos a revisar los ensayos (o cualquier otra forma de trabajo escolar) con lo que vamos a evaluar el semestre”… y el tema y la rúbrica las entregan, precisamente, a dos días de las benditas vacaciones.

Venus

Entonces, es posible ver a los alumnos, en particular a los de educación superior, que son con los que trato profesionalmente, sufrir por el cúmulo de deberes que tendrán que hacer en su casa, en cafés o parques (porque no todos tienen un lugar preciso para ello) en periodos que deberían dedicar al descanso. Mucho de ellos creen, incluso, que lo merecen por no haber puesto el suficiente interés en el semestre, sin darse cuenta de que cuando se miden tareas escolares y no aprendizaje, nunca será suficiente el tiempo que se dedique a ellas porque, como ocurre con el aseo de un hogar, es una labor interminable.

Tierra

He conocido profesores que aseguran que dejan tareas en estos periodos porque si no los alumnos van a olvidar lo visto en el curso (sin pensar que, si esto ocurriera, algo estaría fallando terriblemente en la manera de dar clases); otros recurren al pretexto de la disciplina y, algunos más, de plano aseguran que ellos (los profesores) se esforzaron mucho cuando eran estudiantes y los alumnos deberían hacer lo mismo (o sea, se trata de un acto rencoroso de pura venganza).

Marte

Hay pedagogos que aseguran que es necesario dejar tarea en vacaciones porque la falta de rutina puede desequilibrar a los pequeños estudiantes. ¿Será esto cierto? Porque la verdad, el eje de la rutina escolar consiste, precisamente, en ir a la escuela y socializar en ella, no quedarse en casa haciendo deberes. De hecho, una de las funciones de las vacaciones es, precisamente, romper con la rutina. El descanso y el ocio son necesidades humanas de primer orden. Negarlas por una supuesta necesidad de disciplina no solo es absurdo, sino incluso perverso.

Cinturón de asteroides

Por otra parte, debemos entender de una vez por todas que no todo el aprendizaje se da en la escuela; mucho debe darse en otros ambientes, y cómo podría el niño o el joven enfrentarse a otros ambientes si tiene que estar encerrado llenando planas, investigando el origen de los plantígrados o aprendiendo las tablas de multiplicar en lugar de jugar, leer, escuchar música o ver películas. En el caso de la educación superior, el problema no solo radica en hacer trabajar a los estudiantes en periodos de descanso, sino que la situación económico-social en la que vivimos obliga a muchos de ellos a tener empleos remunerados, aunque sea eventuales, para hacer posible sus estudios; además, muchos de ellos también deben atender situaciones personales o familiares de gran importancia.

Júpiter

Mi política al respecto es clara: yo no dejo tarea en vacaciones. Creo que alumnas y alumnos saben a qué atenerse y cómo administrar sus tiempos de aprendizaje, pero yo no me voy a interponer entre ellos y su descanso, de la misma manera en que no me gustaría que ellos lo hicieran.