Hasta luego, José Agustín

Foto: Antonio Nava: Secretaría de Cultura

Ciudad de México,(17-01-2024).-Apenas 16 de enero de 2024 y la terrible, devastadora noticia de la muerte de José Agustín llega a nosotros. No es que nos sorprendiera; sabíamos que el escritor estaba en una espiral descendente al abismo dela muerte desde que cayera de un escenario en Puebla en 2009. Tampoco es que haya muerto joven, pues a los 79 años había escrito y vivido mucho.  Lo que es, es que la muerte de cualquier persona amada duele, no importa lo anunciada que sea, no importa lo esperada que se haya vuelto.

Novelas, cuentos, obras de teatro, guiones cinematográficos, ensayos históricos, hicieron de José Agustín un intelectual universal que siempre supo estar del lado de la gente común, de sus lectores y seguidores. Sin embargo, José Agustín no fue ajeno a las críticas: “El FONCA va a sacar una beca para estudiar lenguas muertas y que se pueda seguir leyendo la obra de José Agustín”, decían algunos “ingeniosos-ardidos”. “Solo era un drogadicto”, dijeron otros de un poderoso escritor que afirmó que no había droga más potente que la literatura para encontrarse con uno mismo.

La vida de muchos quedó con el tatuaje indeleble de la influencia de José Agustín, guerrerense que vivió su niñez y juventud en la Narvarte de la Ciudad de México en las épocas en que el rock and roll empezaba a atemorizar y fascinar a una sociedad mexicana ultraconservadora y centrada en sí misma. Por él, muchos seguimos leyendo y nos atrevimos a escribir y opinar.

Con toda certeza, José Agustín ha sido uno de los mejores escritores mexicanos. Muchos aprendimos de él que las historias personales pueden hacerse colectivas, que el idioma es para sacarle provecho, que la literatura es para todos. José Agustín se ha ido, pero sus obras permanecen, y eso no es un consuelo menor, como tampoco lo es ver a jóvenes y adolescentes leyendo sus obras con el mismo asombro y delectación que lo hicimos nosotras hace ya tantos años.