Encuentro de dos viejos amigos, el Papa Francisco y el obispo Raúl Vera

El Papa Francisco dialoga con el obispo Raúl Vera

Por Raúl Vera López Obispo emérito de Saltillo

Hermanas y hermanos

Ciudad Vaticano, Roma,(01-05-2023).-Ahora sí les comparto el grande cariño que sentí en mi encuentro con el Santo Padre.

El miércoles pasado, 26 de abril, participé en la Audiencia General del Papa Francisco y, como sucede normalmente, el Papa saludó personalmente a los obispos que participamos en ella. Yo tenía algunos años sin venir a Roma, pero al menos 3 veces durante su pontificado, he tenido Audiencia Privada con él.

Uno de los encuentros con Francisco fue dos meses antes de que Su Santidad visitara México (12 al 18 de febrero de 2016), pues estuve en Roma a mediados de diciembre de 2015. En esa ocasión solamente lo saludé en su Audiencia General de los miércoles (no en audiencia privada), y puse en sus manos una información muy valiosa sobre la situación de nuestro País entre los años 2012 al 2014 en lo referente a las violaciones perpetradas por las estructuras gubernamentales del Estado Mexicano en contra de los Derechos Humanos del pueblo mexicano.

La información que entregué al Papa era la Sentencia Final del Juicio que realizó el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) contra el Gobierno de México a través de tribunales establecidos por todo el territorio nacional, en los cuales se escucharon denuncias de 10 áreas o temas específicos.

En 1975 fui ordenado Sacerdote por un Papa, en 1988 fui ordenado Obispo por otro, y siempre que me he encontrado con los Pontífices, he tratado asuntos de justicia al interior de las estructuras eclesiales y también de los asuntos que tienen que ver con violaciones de derechos humanos.

Esto explica los gestos que acompañaron nuestro breve diálogo del miércoles pasado al final de la Audiencia General y que comparto ahora con ustedes en un par de fotografías.

Yo resumiría nuestro encuentro en una frase: Fue el diálogo de dos “viejos amigos”, preocupados por la justicia, dentro de la Iglesia y en todo el ámbito social. Me gustó mucho decirle cómo y dónde estoy ahora, y creo que había mucho cariño entre nosotros mientas nos saludamos.

Les pido que juntas y juntos pidamos por él, su trabajo y su salud.

Un abrazo para ustedes,

Fr. Raúl Vera López, O.P.

Obispo Emérito de Saltillo