Libertad de expresión o libertinaje electoral

Por Edmundo Crespo Ruiz

  • Aunque Andrés Manuel López Obrador asegura que el INE lo quiere “silenciar”, en realidad solo lo limita para evitar que no respete la Constitución que juró respetar.

Monterrey,NL,(28-01-2021).-«Esto no es propaganda, esto es informar al pueblo, es garantizar el derecho a la información y ejercer la libertad que tenemos todos», Andrés Manuel López Obrador, conferencia mañanera del 22 de enero de 2021.

El consejo general del Instituto Nacional Electoral acordó el pasado 12 de enero poner límites a las conferencias mañaneras de Andrés Manuel López Obrador para mantener el piso parejo en las elecciones del próximo 6 de junio. Como era de esperarse, una semana después, la Presidencia impugnó tal decisión argumentando que buscan silenciar a nuestro líder, y en los siguientes días el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tendrá la decisión final sobre este tema.

De entrada, hay que precisar que el INE no está prohibiendo las gustadas mañaneras, lo que está prohibiendo es su difusión íntegra a partir del 4 de abril que arrancan las campañas para diputado federal. No como afirmó al siguiente día en la conferencia López Obrador, al victimizarse: «aprovecho para convocar a los mexicanos a que opinen si está bien que el INE nos silencie, si está bien que en México nuestro país no pueda hablar el presidente, no pueda informar».

Uno de los argumentos de Presidencia es que las mañaneras no son propaganda gubernamental porque al ser considerada así debe de cumplir con los límites que marca la Constitución. Basta recordar que los funcionarios públicos solo pueden hacer lo que la ley les permite, a diferencia de los ciudadanos que pueden hacer todo lo que la ley no les prohíbe.

«Durante el tiempo comprendido entre el inicio de las campañas electorales y hasta la conclusión de las jornadas comiciales respectivas, deberá suspenderse la difusión en los medios de comunicación social toda propaganda gubernamental, tanto de los poderes federales y estatales, como de los municipios, demarcaciones territoriales de la Ciudad de México y cualquier otro ente público, salvo la relativa a las campañas de información de las autoridades electorales, las relativas a servicios educativos y de salud, o las necesarias para la protección civil en casos de emergencia», señala el artículo 41, párrafo segundo, Base III, Apartado C de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.

Otro argumento es que el INE está suponiendo que lo que ha hecho López Obrador en conferencias previas lo va a volver a hacer, es decir, se le castiga antes de faltar a la Ley. En lo personal, yo prefiero reglas previas que estar litigando los 60 días de las campañas, que además serían utilizados por el presidente para victimizarse, sin duda, a costa de vulnerar la certidumbre del proceso electoral y a las instituciones.

El temor de nuestro líder es quedar indefenso ante los embates de la oposición que va a sufrir su gobierno en las elecciones, al quitarle el principal micrófono del país, pero como en todas las campañas electorales la defensa del gobierno la hacen los candidatos de los partidos afines a él. Lo del temor no lo digo yo, lo dijo el mismo López Obrador el pasado 13 de enero, un día después de la resolución del INE: «¿Entonces qué quiere?, ¿que nos crucemos de brazos?, ¿que estemos atados de pies y manos con toda la campaña en contra de la mayoría de los medios de información?».

Hace dos días, El Financiero difundió una encuesta de la percepción ciudadana sobre las mañaneras (https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/las-mananeras-deben-transmitirse-durante-las-campanas-el-58-de-los-mexicanos-dice-que-si) donde resalta que los ciudadanos están a favor de que no se suspendan. Insisto, el INE lo que limita es su difusión íntegra y obviamente en vivo, pero hay datos que desde mi óptica fortalecen la decisión del Instituto.

En el mismo ejercicio ciudadano se preguntó: “¿el presidente López Obrador en sus conferencias matutinas qué tanto habla con la verdad?”, el 23% respondió que mucho, 41% que algo, 20% que poco y 13% que nada. Pese a estar participando por años en la realización de este tipo de ejercicios, siempre he sostenido que la mayoría de los encuestados no saben la diferencia entre poco y algo. Aunque es práctica común juntar el algo con el mucho y el poco con el nada, asumiendo que algo es más de la mitad, se diría que el 61% sí le cree y el 33 no le cree.

Más allá de la veracidad de lo que López Obrador dice en las mañaneras se realizó otra pregunta que desde mi punto de vista desnuda el juego electoral de este ejercicio.

¿El presidente López Obrador en sus conferencias matutinas hace proselitismo a favor de su proyecto?, a esta pregunta solo el 6% respondió «nada». Si usted ésta del lado de «no silenciar» a nuestro líder dirá que se deben sumar los “poco” que son del 22%, quizá hasta los ”algo” que son 38%, alcanzando un 66%. Pero ¿qué creen? hay un 24% que considera que sí hace proselitismo, uno de cada 4 para ponerlo en cristiano. Creo que con eso bastaría para evitar que use con fines electorales esa tribuna; es más, voy más allá, para aplicar la Ley no deben existir matices, si los ciudadanos fueran los jueces sólo el 6% que considera que «nada» lo declararía inocente y una aplastante mayoría del 84% lo declararía culpable, el restante 10% no sabe del tema.

Ya solo faltan 130 días para el día que los ciudadanos tengan la oportunidad de ratificar la aplastante mayoría que obtuvo López Obrador en las urnas en el ya lejano 2018, si usted es de esa mayoría no se confíe y vaya a votar el 6 de junio, no vaya a ser que su líder lo necesite si el resto de los ciudadanos no votan por su proyecto.

Mañana se vence el plazo para que la Lotería Nacional y el Insabi respondan a las solicitudes de información que realicé para conocer más detalles del informe financiero de la mal llamada rifa del avión presidencial, la siguiente semana les comentaré qué respondió. El Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) pidió una prórroga de 10 días hábiles para responder la otra solicitud, que vence el 8 de febrero. Ojalá y como dice López Obrador, no sea necesario recurrir al INAI para poder acceder a la información, aunque sin el INAI ni siquiera la hubiera podido solicitar.

¡Hasta la próxima semana!

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