La desmemoria y el amor al PRI

Humberto Moreira siendo presidente nacional del PRI saluda al entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto. Foto: Moisés Pablo Cuartoscuro

Agorando

Zacatecas, (20-10-2020).-Cuántas veces ha escuchado usted la frase: “un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla»

La manera en la que el PRI de Coahuila arrasó y ganó en los 16 distritos electorales para renovar el congreso local lo demuestra.

Este hecho electoral lo calificó el periódico Vanguardia de Coahuila en su editorial de ayer como «un comportamiento ciudadano ejemplar».

El triunfo de hace 48 horas que le devolvió la esperanza al PRI de que el pueblo no tiene memoria y por tanto para ellos no todo está perdido, ocurrió 15 años  después de que Humberto Moreira ganó  las elecciones a gobernador en 2005 e iniciara con él la mayor historia de desfalco en nuestro vecino estado.

En ése 2005, Moreira recibió una deuda de 323 millones de pesos que en 6 años la elevó 109 veces, dejando las harcas con un desfalco de 35 mil millones. https://contralacorrupcion.mx/megadeuda-coahuila/

Investigaciones de la misma procuraduría estatal de Coahuila revelaron que de ésa deuda contratada por el gobierno de  Moreira Valdés, mil millones se obtuvieron con documentos falsos, a través de un crédito solicitado al Banco Santander.

Sin embargo las autoridades judiciales exoneraron a los funcionarios involucrados.

Esa historia de mal gobierno moreirista fue en su momento ampliamente documentada y difundida por Grupo Reforma, hoy duramente criticado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Moreira Valdés pidió licencia a sus 62 meses de gobierno y ganó la presidencia nacional del PRI en 2011  con miras a las elecciones presidenciales de 2012 que le permitieron al tricolor regresar a Palacio Nacional de la mano de Enrique Peña Nieto y la generación “incorruptible” del nuevo PRI, que ahora tiene al ex gobernador de Chihuahua César Duarte detenido e Estados Unidos y a Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz encarcelado con una pena de 9 años de prisión por los delitos de lavado de dinero y asociación delictuosa.

Los últimos 11 meses  del sexenio de Humberto  Moreira, (enero a noviembre de 2011) los concluyó como gobernador interino  Jorge Juan Torres López, quien se declaró culpable en una corte del estado de Texas en  Estados Unidos por uno de tres delitos que le imputan, tras haber sido detenido el 5 de febrero de 2019.

Luego de renunciar al CEN del PRI, antes de los comicios de 2012, Humberto Moreira  se mudó a España donde en 2016 fue detenido por diversos delitos, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de España archivó los casos, asunto que le permitió al político priísta volver a nuestro País.

A pesar del mal gobierno de Humberto Moreira, los coahuilenses  eligieron  como gobernante para continuar el legado de  “el profe” ( que en un museo de la ciudad resguarda como tesoro la corbata que utilizó en su toma de posesión) a su hermano Rubén Moreira Valdés, quien concluyó su gestión en noviembre de 2017, dejando una deuda de 38 mil millones de pesos,con ambos hermanos en Coahuila no sólo creció la deuda, también se recrudeció la violencia.

Humberto Moreira fundó su partido de familia, “Unidos” que tras las elecciones del domingo pasado irónicamente parece que no alcanzó el 3 por ciento de votación requerida, por lo cual desaparecerá, aunque el legado Moreira continúa.

Coahuila se consolida en tiempos de la 4T como el bastión principal del priísmo, sobre todo tras la estrepitosa derrota que sufrieron en 2018 y que le permitió a Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena, llegar a la anhelada Presidencia de la República.

Para cerrar

Sólo para abonar a la “desmemoria colectiva” el gobierno de Humberto Moreira a través de algunos de sus principales funcionarios fueron  los  principales operadores que permitieron el triunfo en los comicios de 2010 en Zacatecas  al priísta Miguel Alonso Reyes, quien hoy es Secretario Adjunto del Comité Ejecutivo Nacional del PRI como premio a su lealtad ciega al tricolor, aunque fuera desleal con sus gobernados.

 Con Humberto Moreira, Alonso Reyes no sólo coincidió en misiones electorales sino en la capacidad de ambos para endeudar al estado y cuyos estragos todavía hoy padecemos en nuestra entidad, sin consecuencias para los ex funcionarios del desfalco, pero sí en detrimento de todos los ciudadanos.

Esto, a pesar del discurso oficial de que en “Zacatecas este sexenio diferente no solapa la corrupción”.

¿Los zacatecanos también estamos desmemoriados? ¿Será esa la apuesta de Adolfo Bonilla?

Una buena lección de que el PRI aprendió algo, si quiere refrendar el triunfo en Zacatecas sería por empezar reconociendo sus errores con honestidad, para que por el bien de todos, no vuelvan a cometerse.

Quizá ese pueda ser un buen punto de partida y no marearse con la celebración del triunfo en Coahuila, que para el País tiene poco o nada de esperanzador.