El pasado está pesado

*Por Flavio Campos

Zacatecas,(03-07-2021).-El pasado siempre deja huella en las acciones y pensamiento que está detrás de ellas, así es lo político y las costumbres sociales en donde se siembra el futuro. Nos ocupa estudiar las posibilidades de  que tienen las partes innovadoras que encierra la propuesta de 4T que está anunciada llegará a partir del comienzo del nuevo gobierno.

Una de las contradicciones más importantes entre el discurso antiliberal en materia económica de la 4T se encuentra en la vinculación de nuestro país a la economía global, en donde campea su contraparte ideológica y el tratamiento interno a los agentes económicos, a los consumidores, a las empresas de estado, los impuestos, la inversión en infraestructura, las regulaciones y el ensanchamiento de las empresas de estado.

Hacia lo interno se utilizan muchos recursos fiscales para darle a las capas de menores ingresos capacidad de compra y pequeñas escaleras para ascender socialmente a largo plazo, como las becas a niños escolarizados y a jóvenes por el futuro, cuando en realidad se capacitan y encuentran empleo. Se dedican grandes recursos para hacer un nuevo aeropuerto, para reconfigurar refinerías, para el proyecto del ismo de Tehuantepec, el tren maya, modernizar hidroeléctricas y termoeléctricas, todas estas inversiones para configurar un sector estatal que participa en segmentos importantes de la economía y que facilitan un mejor ambiente para los negocios privados. Para tener unas comunicaciones a la altura de las carreteras físicas y digitales.

Me hace recordar al ideólogo por excelencia del nacionalismo revolucionario, a Don Jesús Reyes Heroles, en su famoso discurso de toma de protesta como dirigente nacional del PRI, cuando afirma: “Nuestra Revolución… empezó por repartir e incrementar el poder de compra -reforma agraria y política obrera-, rescatar recursos naturales e industriales básicos. De esta manera se crearon intereses que le sirvieron de apoyo e hicieron posible su ascenso. No sabíamos cómo hacer la Reforma Agraria, pero la hicimos. Había pocos obreros cuando éstos se organizaron. En ese entonces se dijo que la organización de los obreros impediría la erección de fuentes de empleo: hoy existen millones de obreros organizados y miles de empresas industriales… Sí, hay que exportar más y en mayor variedad; pero la experiencia del desarrollo hacia adentro debe orientarnos en el desarrollo hacia afuera: no fundar la exportación en la congelación de la política social… El excedente económico para la inversión, en parte debe ser recogido por el Estado, para que éste pueda hacerle frente a sus gastos corrientes y a inversiones productivas; el resto debe ser invertido y no despilfarrado por quienes disponen de este excedente. Es indispensable mantener una política de máximo empleo y de combate frontal al subempleo -ocupación no remunerativa para quien la ejerce ni productiva para la nación-, de manera que logremos implantar un derecho básico: el derecho al trabajo… Clave para una economía bien ordenada es la regulación estatal. El Estado en México debe regir la economía. El que el Estado desempeñe un papel decisivo, de promoción, regulación, impulso, ordenación y suplencia, no es, ni con mucho, reciente; casi es consustancial a la organización de la sociedad. Por eso, precisamente por eso, se ha dicho que el «dejar hacer» fue planeado, y la planeación, la intervención del Estado surgió espontáneamente. Surgió sola, como una necesidad imperiosa de la sociedad. El Estado tiene que intervenir, persiguiendo los fines superiores de la colectividad, articulando los distintos y contrapuestos intereses, implantando orden en el desarrollo económico, supliendo omisiones de inversiones en ciertos campos e impidiendo la saturación en otros. De numerosos instrumentos dispone el Estado para intervenir en la vida económica: dirección monetaria, política fiscal, política de comercio exterior, política social, empresa de Estado, etc.”

Por el contrario, el exterior está dominado por la idea de menos impuestos a los ricos, nada de regulación posible del estado, que se retire de su tentación de ser inversor, ni en el campo social, educación, salud, vivienda y seguridad social. Mas sin embargo el fortalecimiento interno debe ser para conquistar lo externo.

El viejo priísmo fue derrotado ideológica y políticamente las tres décadas anteriores, pero hoy parece resucitar, claro, con matices y hasta diferencias sustantivas, no se puede esperar de otra manera.

Al mercado exterior conquistado en el período neoliberal, se le quiere corregir los desastres sociales, fortaleciendo un mercado interno, con aportaciones monetarias directas, que por lo abierto de la economía lo aprovechan de forma magnífica los oferentes de allende la frontera. No se convierten en un motor de la economía, tenemos que depender de las inversiones extranjeras, que vienen a comprar mercados internos creados o a explotar recursos naturales y porqué no, mano de obra instruida más no bien retribuida. Se quiere una clase media que se haga cargo de los demás, no de sus respectivos interese, una especie de mercado no regulado por el estado, sí por un catecismo moral.

Ese es el contenido profundo del debate que subyace en nuestros días, la viabilidad de una apuesta así. Se me antoja revisemos la experiencia China, con un régimen autoritario a más no poder, que hace política social para sacar de la pobreza a enormes masas de su pueblo, sin métodos democráticos para manejar el timón de su país, un solo pueblo. Con una rigurosa cultura estatal de hacer cumplir los marcos legales y volcado a los mercados mundiales.

La diferencia con nuestro experimento, su apuesta a la economía del conocimiento, como su llave para competir, es el estado un fomentador por excelencia de empresas e instituciones que se realimentan en esa base competitiva.

Nuestra conquista de mercados externos está basada en mano de obra mal pagada, recursos naturales a disposición de la inversión extranjera y un tratado de libre comercio que nos subordina enteramente a los Estados Unidos y su suerte.

Zacatecas, como parcela de la nación está invitada a ese debate, qué le debemos pedir  nuestras instituciones públicas, en materia de fomento, de criterios de gasto en cuanto a gestar y desarrollar empresas público-privadas que basen su viabilidad económica en tecnología creada esencialmente aquí para capturar el máximo de valor en las cadenas productivas.

En lo político el ideólogo citado nos da pistas para comprender lo que hoy se intenta, con la 4T, dice Reyes Heroles en el mismo documento:

“La correlación de fuerzas se altera por un periodo de larga duración, que nos ha permitido, pese a dificultades internas o derivadas del exterior, avanzar con un sano nacionalismo, extendiendo las garantías sociales y dentro de las instituciones, que constituyen, sin lugar a duda, el mejor de los instrumentos para hacerle frente a todos los intentos contrarrevolucionarios, abiertos o encubiertos, directos o indirectos.”

Claro esto lo dice en 1972, cuando ya tenían en el poder más de 40 años bajo las siglas del PNR-PRM-PRI. Aquí llevamos menos de tres años y se sueña con largos períodos de vigencia de ese sueño, no dudo, así se ha hecho la política en este país y se intenta reeditar en una versión 2.0

*El autor fue candidato a la gubernatura en el recién concluido proceso electoral