El camino a la justicia digital

*Por Santos Antonio González Huerta

La inesperada pandemia del COVID-19 ha planteado retos que, meses atrás, no habríamos considerado. Uno de los principales ha sido la salvaguarda del Estado de derecho pues, ante la necesidad de implementar nuevas formas para llevar a cabo las actividades cotidianas, el Estado ha tenido la obligación de mantenerse erguido desarrollando cada una de las funciones de una manera más ágil y encaminada a contrarrestar los efectos adversos.

En el caso de América Latina y, particularmente, de México, uno de los mayores desafíos ha sido el garantizar el acceso a la justicia. Durante esta pandemia ha incrementado el número de personas que acuden a las instancias judiciales y, con ello, los asuntos a resolver. El acceso efectivo a la justicia ha sido, por tanto, una necesidad y un reto en el marco de la propagación del COVID-19.

Este tópico introduce una serie de cuestiones a debate acerca de cómo garantizar por una lado, el acceso a la justicia y la continuidad de la función jurisdiccional y, por otro, la protección de la salud de todas las personas que se ven implicadas en dicho proceso. Ante ello ha iniciado un proceso paulatino de adaptación a la nueva normalidad, usando herramientas e ideas distintas que permitan satisfacer las necesidades de la población.

En este punto es fundamental reconocer la incuestionable ayuda que han venido a prestar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), consolidándose como un instrumento atinado para facilitar la cotidianidad, generar bienestar y facilitar todo tipo de procesos.

De la mano de las TIC, la justicia puede transitar a la digitalización, construyéndose así el camino idóneo en el que, sin desmedro de los derechos, confluyen la justicia, la salud, la transparencia y, en definitiva, el progreso de toda la sociedad.

Hablar de justicia digital se traduce en acciones concretas como que la presentación de denuncias y demandas sea a través de plataformas; la revisión de criterios jurisprudenciales se haga por medios virtuales; la realización de audiencias públicas virtuales, entre otras, con las cuales se da continuidad a un sinnúmero de procesos jurisdiccionales y, especialmente, se da respuesta a la solicitud de millones de personas que aguardan por decisiones judiciales.

El Senado de la República ha entendido la importancia de dar pasos hacia la justicia digital; en este ánimo constructivo, el pasado miércoles se llevó a cabo el Primer Encuentro Nacional Digital donde participaron representantes del Poder Judicial Federal, la Secretaría de Gobernación, la Fiscalía General de la República, entre otros que, a través de sus aportaciones y puntos de vista, manifestaron su preocupación e intención de colaborar en la concreción de una reforma de integral que permee diversas esferas.

El objetivo es claro: combatir la corrupción y la impunidad heredadas de viejas prácticas pero, además, acercar la justicia a las personas, que es el principal reto que deja esta pandemia. Habrá que estar muy pendientes de estos avances en favor de las y los mexicanos.