«Ataques a órganos electorales es un fenómeno global preocupante»: Lorenzo Córdova

Por Ágora Digital/// Redacción

  • Participa en el Seminario Internacional “El Estado de Derecho bajo asedio, una mirada de México y la región”, organizado por el IIJ de la UNAM

Ciudad de México,(01-06-2022).-Los ataques a los órganos electorales constituyen un fenómeno global, preocupante en el caso mexicano, porque, a diferencia de otros Estados, simultáneamente se despliegan la descalificación, las amenazas o agresión a las autoridades electorales, la asfixia presupuestal y posibles reformas electorales, advirtió el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.

“El proceso de transición a la democracia implicó esa sustracción de atribuciones de un presidencialismo omnipresente y omnímodo, hacia un presidencialismo que pretende ser acotado por mecanismos de control constitucional”, explicó.

Al participar en la Mesa “Debilitamiento del Estado de Derecho a través de las restricciones a los órganos de control y garantía de la democracia”, como parte del Seminario Internacional “El Estado de Derecho bajo asedio, una mirada de México y la región”, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, el Presidente del INE, detalló cómo las democracias en el mundo padecen el asedio a los órganos de control y al Estado de Derecho.

Las autoridades electorales como órganos de garantía de derechos políticos, pero también de control del poder, a nivel global, en mayor o menor medida y de manera particularmente acentuada en México, padecen de un ataque o es un asedio, un acoso que puede articularse en cuatro grandes ejes: la descalificación; amenazas, agresiones e incluso acoso político y judicial; la asfixia presupuestal y reformas constitucionales.

Ante el Ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Silva Meza; el Juez del Séptimo Juzgado de Garantías de la Ciudad de Santiago, Daniel Urrutia y la Profesora de la Universidad de Santiago de Chile, Pamela Figueroa, dio ejemplos verificables de cómo se presentan estos cuatro ejes de manera simultánea en el caso mexicano.

Córdova Vianello citó la descalificación a las autoridades electorales desde representantes del partido en el gobierno e incluso desde el Titular del Poder Ejecutivo, “cerca de 900 mañaneras que se han realizado, en 299 ha habido menciones del INE, en su inmensa mayoría de tipo negativo”.

Asimismo, las amenazas personales a las y los consejeros, mentiras, denuncias penales, el recorte del 26 por ciento en el presupuesto solicitado por el INE, por lo que se interpuso una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la reforma electoral como una amenaza.

“Se han presentado en los últimos cuatro años más de 743 iniciativas de reforma constitucional, evidentemente, la más notoria es la que acaba de presentar el Presidente de la República”, anotó.

Sabotaje al Estado de Derecho

En su intervención, el ex Ministro Juan Silva Meza expuso cómo democracias en el mundo han iniciado su camino hacia el autoritarismo, mediante “el golpismo judicial” y reformas constitucionales contando a veces con la participación de los órganos superiores de magistratura, “en una forma de sabotaje al Estado de Derecho y con ello, a la irrupción del orden constitucional”.

Al comentar al caso mexicano, el Ministro Silva refirió cómo el proceso democrático se inspiró en la separación de poderes. Sin embargo, agregó, “México lleva tiempo siendo muchos Méxicos, sintiendo la ausencia de un respetable Estado de Derecho”.

Afirmó que Ejecutivo y Legislativo no parecen en la actualidad dos, “sino una sola rama de la división de poderes” y planteó riesgos de control político en la reforma judicial, en la que regula la participación de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública y en la que se instituyó la figura de las delegaciones en las entidades federativas dependientes jerárquicamente de la oficina de la Presidencia de la República.

“La eventual captura de los poderes judiciales en la región, efectivamente, se ha convertido en el recurso más común de los intentos desestabilizadores de las democracias”, estableció.