Adiós 2020.Tejamos juntos horizontes solidarios

Foto: José Luis Cervantes. Hospital General de Irapuato

Por Gerardo Romo /// Ágora Digital

Zacatecas, (31-12-20209).- Este año nos mostró cuán frágiles somos los seres humanos. Cómo un virus diminuto puede arrebatarnos la vida de un momento a otro, sin importar edad, o condición social.

El virus  nos recordó también quizá más que nunca  aquella advertencia de Jesús. “Estén atentos, pues no saben el día ni la hora» (san Mateo 24, 42-51).

El teólogo José Antonio Pagola nos dirá que ése “no saben el día ni la hora”, en boca de Jesucristo no busca que nos desesperemos o angustiemos, sino motivarnos a permanecer en una activa vigilancia  y una prudente espera, pues la angustia y el temor no son cosa de Dios y sí, la bondad, la paz y la serenidad de espíritu.

Hoy queremos dar gracias por la vida de los más de 124 mil 897 mexicanos que perdieron la batalla a causa del coronavirus, entre ellos, mil 907 zacatecanos.

Deseamos desde aquí que el amor, sonrisas, compartires, acompañamiento, aprendizajes, enseñanzas que cada uno de ellos y ellas dejaron en sus familias y seres queridos como huellas perpetuas de su camino por la vida, les permita a sus deudos sanar desde el fondo del corazón el dolor de la pérdida. Que poco a poco, la paz les acaricie.

Desde la fe creemos que ellos y ellas descansan en los brazos de Dios y  permanecen en ustedes.

Queremos dar gracias al personal de salud que se ha mantenido en pie de lucha como verdaderos guerreros de misericordia, aún más allá de sus propias fuerzas, vigilando, atendiendo y exponiendo sus propias vidas para salvar a quienes han sido atacados por este virus y muchas otras enfermedades.

No pocos de estos llamados “héroes y heroínas” también perdieron la vida, ganando el cielo, la Resurrección porque hicieron vida esa bienaventuranza de “estuve enfermo y me visitaste”, tuve coronavirus y quisiste curarme”.

Deseamos a quienes pasaron navidad, o recibirán este año en el hospital su pronta recuperación. Los esperamos en casa. Así será.

Gracias a este 2020 porque en medio del dolor más profundo brotó también la solidaridad más genuina en nuestro País, en el mundo. Así por ejemplo, vimos llegar a nuestra tierra médicos cubanos para ayudarnos y vimos cómo médicos y personal de salud de otros estados del País, arribaron a la llamada “Operación Chapultepec” para reforzar la atención a pacientes con la covid 19 en la Ciudad de México.

También somos testigos de la aparición inédita en tiempo récord de varias vacunas contra el SARS-CoV-2, gracias al esfuerzo de las naciones por hacer frente a esta pandemia que puso un freno al ser humano y su actividad depredadora sobre el planeta, nuestra casa común.

Deseamos  que esta pandemia nos haga más humanos, hasta que la solidaridad se haga costumbre.

Que el 2021 nos encuentre trabajando por otros y tejiendo redes que construyan nuevos horizontes.

Que el miedo nunca sea más fuerte que la esperanza aún en medio de una realidad desesperante.

Que seamos capaces de sonreír juntos, o mejor aún, hacer sonreír con nuestra compañía al que esta triste al que sufre.

Que si en este 2021 que inicia aún no podemos abrazarnos como quisiéramos, que nunca falte la palabra de aliento oportuna para servir a otro.

Que el distanciamiento social no gangrene nuestros corazones con la indiferencia.

Que podamos ser más creativos y amorosos en casa con nuestros niños. Que la ternura haga desaparecer la rigidez.

Y que como diría “Residente” : Ojalá que podamos darnos un beso, antes que el mundo se acabe».

Que el 2021 nos encuentre despiertos, con los pies en la tierra y el corazón en el horizonte, siendo constructores de paz.

Médicos atendiendo pacientes con la COVID-19 Hospital General de Irapuato. Foto: José Luis Cervantes.